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Los Primeros Cornudos Y La Aparición De La Expresión "dar Los Cuernos"
Los Primeros Cornudos Y La Aparición De La Expresión "dar Los Cuernos"

Video: Los Primeros Cornudos Y La Aparición De La Expresión "dar Los Cuernos"

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Video: Sabes por qué la palabra Cornudo o Pegar los Cuernos se relaciona con la infidelidad 2024, Mayo
Anonim

¿Quién fue el primer "cornudo" y cómo apareció la expresión "dar los cuernos"

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Los cuernos se han convertido en un símbolo de un cónyuge engañado. Cuando se trata de la infidelidad de la esposa, en lugar de la palabra "traición" dicen "ella le dio los cuernos a su marido". Existen varias versiones del origen de esta expresión.

Uno de los primeros

Según una de las versiones generalizadas, el joven Acteón, el héroe del antiguo mito griego, se convirtió en el primer cornudo. Una tarde, el cazador Acteón vagó por el valle de Gargafia en busca de un lugar sombreado. En la gruta de la empinada pendiente del acantilado, vio a la bella Artemisa, que se preparaba para nadar.

La guerrera hija del trueno Zeus y Latona notó al cazador que miraba y se enojó. Convirtió al desafortunado joven en un ciervo. El pobre se escapó y se topó con sus propios perros de caza. La manada no reconoció al dueño y lo hizo pedazos.

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El nombre Actaeon se ha convertido en un nombre familiar para los cónyuges engañados. En esta versión, sin embargo, hay contradicciones: Acteón no puede ser llamado un hombre que fue engañado por su esposa.

La leyenda del emperador

La versión relacionada con el emperador bizantino Andronicus Comnenus (1183-1185) suena más convincente. Los historiadores describen a Andrónico como un hombre inteligente, fuerte, guapo y amoroso. Sus conexiones amorosas desagradaron a los nobles. El hecho es que el gobernante inició intrigas con las esposas de sus propios cortesanos. Las mujeres no se atrevieron a negarse y los maridos no se atrevieron a oponerse. De lo contrario, era posible perder no solo el estatus, sino también la vida.

Andrónico, sin embargo, era lujurioso, pero no tonto, por lo que dio tierras a algunos esposos engañados, y a otros el derecho de cazar en el dominio imperial, donde pastaban grandes manadas de ciervos. Las astas eran un signo de dudoso privilegio. Fueron clavados solemnemente a las puertas de la finca por orden del emperador. Los bromistas de la corte susurraron que "brotes de ciervo" crecen en la frente de los beneficiados. Sin embargo, había pocas personas dispuestas a chismorrear en voz alta. La moral en la corte imperial era cruel: fácilmente se podía colgar a un bromista en la misma puerta.

A otro emperador se le atribuye la contribución al origen de los "cornudos". Esta vez alemán. En 1427, se emitió un decreto que prohibía a los soldados estar en el ejército con su esposa. Al parecer, el sexo conyugal conduce a un debilitamiento del espíritu militar. A los infractores de la prohibición se les exigía que llevaran "joyas con ramilletes".

Despedir a su marido

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Los investigadores-filólogos Melerovich y Mokienko mencionan en el libro "Unidades fraseológicas en el habla rusa" otra versión del origen de las unidades fraseológicas. Los antiguos alemanes tenían una costumbre según la cual una mujer, que acompañaba a su marido a la guerra, le ponía un casco con cuernos. Con esto informó que había equipado a los fieles para la campaña y "permanece libre". Cuando los guerreros regresaban, a menudo encontraban una adición a la familia.

Pero los propios alemanes creen que los cascos no tienen nada que ver con eso. La expresión proviene de un procedimiento específico para castrar gallos que era común en los pueblos alemanes. Para el desafortunado gallo, no solo le quitaron los testículos, sino que también le cortaron la cresta y las espuelas. Luego, los espolones se trasplantaron al lugar de la cresta. Entonces el capón se convirtió en un "cornudo".

Otras versiones

En la antigüedad, un cuerno era un signo de poder, fertilidad y fuerza sexual de un hombre. Los antiguos griegos usaban la misma palabra para el pene. Diomedes, riéndose de París, dice: "Arquero, fanfarrón, cuerno orgulloso, persiguiendo doncellas".

Los antiguos romanos tenían la misma connotación sexual. Ovidio, al enterarse de la traición de su amada, exclamó: "Más tarde aparecieron cuernos en mi cabeza".

En Italia, "cornudo" es uno de los insultos más severos, y en las regiones del sur, la combinación de dedos "cabra" se considera una alusión a la infidelidad de la esposa de otra persona.

En Portugal, existía la creencia de que un hombre que había sido engañado tendría dolor en la frente y las mismas ramas de ciervo podrían crecer. También en los viejos tiempos existía la costumbre de entregar al deshonrado una peluca con cuernos, si no lavaba la vergüenza con la sangre del ofensor.

En España, la frase "instruir a los cuernos" se asoció con el diablo, ya que el tentador con cuernos es la fuente principal de todo pecado y fornicación.

La imagen de un cónyuge, en cuya frente, tras la traición, crece una decoración ramificada, se difunde en la poesía europea del siglo XIII. Pronto, surgió la costumbre de decorar con cuernos las cabezas de los cónyuges desafortunados, mostrando con qué estaban dotadas las mitades equivocadas.

En Francia, la palabra "cornudo" se ha utilizado durante mucho tiempo para referirse al marido de una amante real permanente o temporal.

Sorprendentemente, hoy los "cuernos" son un símbolo de adulterio entre los pueblos que viven en diferentes continentes. Sirven como decoración vergonzosa en Rusia, República Checa, Alemania, Portugal, países árabes. Casi en todas partes, excepto en China, "usan un sombrero verde".

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